A continuación se recogen estudios, trabajos e incluso tesis doctorales sobre el tiempo en la escuela y la jornada continua en particular que contradicen los argumentos defendidos por las partes más interesadas.

Para cada uno se incluyen los autores y su perfil laboral para así valorar los intereses que puedan existir detrás del artículo.

 

«Project TIME «Time & Childhood: a Mapping of Spai«. 2021. Daniel Gabaldón, profesor titular de Sociología de la Universitat de València. Ana Ancheta, profesora contratada doctora de Sociología de la Universitat de València. Kadri Täht, School of Governance, Law and Society, Tallinn University. Investigación parcialmente financiada por la Generalitat Valenciana cuyos resultados fueron presentados en Marzo de 2021.
Resultados investigación. Resumen:

En continua se descansa peor: El alumnado que asiste a jornada continua duerme menos.
La continua promueve hábitos sedentarios: El alumnado que asiste a jornada continua dedica más tiempo a pantallas (PC, videojuegos, TV, móvil, Tablet, etc.).
En ambas jornadas ya madrugan en exceso: Nuestra jornada escolar ya es de las más madrugadoras de Europa, a la cabeza en secundaria y la séptima más madrugadora en primaria (tras Alemania, Dinamarca, Francia, y el Benelux).
En continua se hacen más deberes: El alumnado que asiste a jornada continua se pasa más tiempo haciendo deberes.
La continua no mejora el rendimiento: Los estudios sobre fatiga y atención predicen un empeoramiento en jornada continua que los pocos datos disponibles avalan.
La continua no mejora la conciliación: El alumnado que asiste a jornada continua pasa el mismo tiempo con la familia que el alumnado que asiste a jornada partida, las diferencias no son estadísticamente significativas.

 

«El debate sobre la jornada escolar en España. Reflexiones y datos tras más de tres décadas de un debate inconcluso«. 2021. Rafael Feito. Doctor en Sociología, profesor titular en la Universidad Complutense de Madrid.
Conclusiones en página 21. Resumen:

«La gran mayoría de los profesores está a favor de este cambio. También lo están muchos padres y madres. Sin embargo, las federaciones de padres y madres -y también los expertos en educación- no se han mostrado tan partidarios de esta modificación.»

 

«Aunque no son concluyentes, los datos disponibles muestran que el rendimiento es menor en la jornada continua que en la partida.»

 

«La mayoría de los centros de secundaria tienen jornada continua, lo que implica comenzar la actividad escolar a una hora relativamente temprana (en torno a las 8:15h). Las investigaciones sobre cronobiología demuestran que sería deseable que los adolescentes comenzaran su jornada escolar mucho más tarde, en torno a las diez. Esto significaría que la jornada partida tendría que implantarse en la enseñanza secundaria.«

 

«Guía sobre tiempos escolares«. 2017. Daniel Galbaldón y Sandra Obiol. Profesores titulares de Sociología de la Universitat de València.
Conclusiones en página 65 (55 del pdf). Resumen:

«No es cierto, como se ha venido aireando de manera interesada, que la jornada continua sea el modelo imperante en Europa.»

 

«Podemos indicar a priori que 1) bien aquellas CCAA que tienen mayor implantación de la jornada continua obtienen resultados en PISA peores en términos relativos en la enseñanza pública a los que se obtienen en esas mismas CCAA en la enseñanza concertada y al alumnado se le hace repetir en mayor medida […] 2) que aquellas CCAA en las que los resultados son peores en la enseñanza pública en términos relativos, y en donde repite más el alumnado, se han implantado en mayor medida la jornada continua.»

 

«En cuanto al debate de fondo sobre el cambio de jornada […] estamos ante una serie de paradojas:

1) Se proclama en nombre de la mejora pedagógica cuando las evidencias disponibles apuntan a que puede suponer un serio deterioro en el rendimiento […] y en especial de aquel alumnado de procedencia más humilde y con menos recursos en el hogar.

2) […] En un momento en el que las tendencias de éxito lo son hacia la escuela a tiempo completo (Sintes, 2012) o tiempo esponjoso (Fernández Enguita, 2001), adaptable a las necesidades del alumnado con proyectos inclusivos innovadores, esta modificación hacia la compactación se muestra anacrónica y contradictoria. Y supone, de generalizarse, un lastre muy pesado y difícil de revertir.

3) Se proclama en nombre del derecho legítimo a compactar la jornada laboral del profesorado, pero la mejora laboral no puede hacerse a costa de la calidad del servicio y con perjuicio del alumnado. […]

4) Se proclama en nombre de la conciliación familiar cuando para la mayoría de las familias supondrá lo contrario […]»

 

«La sombra de la inversión educativa en España. Informe equidad educativa«. 2017. ‘Ayuda en Acción’ y ‘educo’.
En página 63:

«[…] el propio Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas ha señalado ciertos estándares que deberían respetarse y estar presentes en los centros educativos para garantizar la equidad en la educación: […]; facilitar e impulsar la jornada extensiva en la escuela, incorporando las actividades extraescolares dentro del Plan de Centro como parte del currículo educativo; […]«

 

«Si esta parte de la educación se deja en el campo de decisión de las familias se estará penalizando a aquella infancia que tengan familias con menor poder adquisitivo, menos nivel educativo, menos tiempo disponible para el apoyo a sus hijos e hijas, o simplemente, menor interés.»

 

«Jornada escolar partida y continua. ¿Existen evidencias que motiven el cambio en la gestión del tiempo escolar en España?«. 2017. Francisco José Morales Yago, Arturo Galán y Ramón Pérez Juste. Profesor asociado, Doctor en Geografía, y Educación; Decano Facultad de Educación; catedrático del área de Métodos de Investigacion y Diagnóstico en Educación. UNED.
Conclusiones en página 979 (16 del pdf). Resumen:

«De las entrevistas al profesorado, aquellos profesores […] con jornada continua valoran mucho más ésta que la partida en cuanto al bienestar que aporta al alumnado y familias, […] los profesores con jornada partida también coinciden en señalar —aunque con menor intensidad- que la jornada continua es preferible para los estudiantes y sus familias. Por tanto, en su conjunto el profesorado es claramente proclive a la jornada continua. Con nuestros datos no es posible inferir si esta preferencia es debida a factores como el rendimiento y la conciliación o si el factor decisivo es la mejora de las condiciones laborales o el clima de centro.»

 

«Sin embargo, […] los datos objetivos de fracaso escolar y los datos de los informes PISA —que apuntan a que el cambio a jornada continua no ha supuesto un avance en los resultados académicos de los estudiantes— son contradictorios con las percepciones del profesorado, por lo que parece que sus percepciones pueden estar relacionadas más con su satisfacción laboral que con datos reales de rendimiento.»

 

«Respecto al […] profesorado, ha quedado demostrado por las valoraciones realizadas que se inclina por la jornada continua, justificando esa elección más en intereses de tipo laboral que por razones relacionadas con el aprendizaje y el rendimiento del alumnado. Ello pone en contradicción el interés por la mejora laboral y la misión principal de un centro educativo: la educación y aprendizaje del alumnado. Así, los datos presentados en este trabajo no justifican el cambio sistemático del tipo de jornada escolar que se ha ido produciendo en España, al menos no en función de los resultados académicos.«

 

«El cambio de jornada escolar en los centros educativos: evaluación de las razones que lo motivan y los efectos que provoca«. 2015. Francisco José Morales Yago. Licenciado en Filosofía y Letras, Facultad de Educación. UNED.
Conclusiones a partir de pag 280 (298 del pdf).

No se incluye resumen dado que este documento es la Tesis Doctoral en la que está basado el informe anterior.

 

«La jornada escolar y el rendimiento de los alumnos«. 2002. Isabel Ridao García y Javier Gil Flores. Catedráticos Universidad de Sevilla, departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación.
Conclusiones a partir de página 153 (13 del pdf):

«Concluimos que existen diferencias significativas en el rendimiento de los alumnos dependiendo de que nos situemos en centros que han optado por uno u otro tipo de jornada escolar. Si se tiene en cuenta los aprendizajes de los alumnos, tal y como se reflejan en los juicios emitidos por los profesores a través de las calificaciones escolares, hemos encontrado una clara superioridad cle los centros con jornada partida.»

 

«Respecto a las opiniones de los profesores, los resultados apuntan en dirección opuesta

 

«El mayor rendimiento observado en los centros con jornada partida contrasta con las opiniones de los profesores, para quienes el rendimiento se ve favorecido en mayor medida por el modelo de jornada continua. Estudios previos han revelado que el colectivo docente se muestra con claridad a favor de los modelos de jornada continua […], lo que probablemente les lleva a atribuir ventajas a este modelo en todos sus aspectos, incluido el rendimiento escolar. Es posible que estén influyendo en este juicio otras razones perfectamente legítimas, pero más directamente relacionadas con sus intereses y aspiraciones personales y laborales, condiciones de trabajo, etc.»

 

«Asumiendo la posibilidad de una percepción subjetiva de los profesores al valorar en qué medida la jornada continua favorece el rendimiento de los alumnos, podríamos considerar, no obstante, otra serie de indicadores de acuerdo con los cuales el modelo de jornada continua merecería mejor valoración que el de jornada partida. Los partidarios de la jornada continua aducen una mayor racionalización del horario del alumno, mayor posibilidad de utilización del tiempo libre, menor número de desplazamientos al centro, instalaciones del centro disponibles para el uso de la comunidad, mayor racionalización en el horario del profesorado, mejora de las relaciones familiares, etc. Todos estos argumentos aparecen en los estudios evaluativos realizados sobre la jornada escolar, reforzando la valoración positiva del modelo de jornada continua».

 

«Pero si consideramos, de acuerdo con las evidencias encontradas en el presente trabajo, que el rendimiento constituye un importante punto débil de la jornada continua, parece necesaria una reflexión sobre qué razones han de pesar más a la hora de elegir o proponer un modelo de jornada.«